viernes, 1 de mayo de 2009

1º Bach. Totem y Tabú

TÓTEM Y TABÚ

Freud recoge los datos etnológicas más importantes de su tiempo y concluye que el totemismo es la forma religiosa más antigua y universal. Inspirándose también en los escritos de Darwin, supone que el hombre primitivo vivía en pequeñas hordas dominadas por un macho poderoso, dueño y señor de todas las hembras. La situación de los hijos machos era dura, si despertaban los recelos del padre eran muertos o proscritos; estaban condenados a vivir en pequeñas comunidades y en lograr hembras raptándolas. Los impulsos sexuales de los hijos y hermanos se dirigían hacia su madre y hermanas pero, al igual que pasa en el niño, el gran obstáculo que frenaba sus deseos era el padre. La situación despertó un sentimiento de odio y de muerte hacia él, un afán de eliminarlo y ocupar su lugar. Lo que sucedió nos lo expone claramente Freud en el suyo Tótem y tabú:

«La teoría darwiniana supone la existencia de un padre violento y celoso que se reserva para sí mismo todas las hembras y expulsa sus hijos a medida que van creciendo. [...] Los hermanos expulsados se reunieron un día, mataron el padre y devoraron su cadáver poniendo así fin a la existencia de la horda paterna. Unidos, llevaron a cabo aquello que, individualmente, no habrían sido posible realizar. Puesto que se trataba de salvajes caníbales fue natural que devorasen el cadáver. El banquete totémico, tal vez la primera fiesta de la humanidad, sería la reproducción conmemorativa de este acto criminal y memorable, que constituyó el punto de partida de las organizaciones sociales, de las restricciones moral y de la religión.»

¿Qué pasó después del asesinato del padre? Por una parte, sigue Freud, se vivió una larga época de desorden social en la cual los hermanos se disputaban la sucesión paterna y en la cual cada uno de ellos pretendía ocupar el puesto ambicionado; pero el principio de la realidad se impuso y los hermanos comprendieron que para sobrevivir había que reprimir el principal móvil del parricidio, la posesión de las hembras. Por otra parte, surgió una fuerte conciencia o sentimiento de culpabilidad como consecuencia de la ambivalencia de los sentimientos, el odio y el amor hacia el padre.
El principio de la realidad y el sentimiento de culpabilidad son lo que hicieron nacer las organizaciones sociales, normas morales y la religión, en especial, la religión totémica. Así, por el bien de todos se impuso la necesidad de renunciar al ideal de imitar al padre en la posesión de la madre y las hermanas, necesidad que dio lugar en les primeras normas morales:
a. el tabú del incesto, a saber, el horror y prohibición de tener relación sexuales con familiares y
b. el precepto de la exogamia, la obligación de buscar marido o mujer fuera del propio grupo.
El deseo para suavizar el remordimiento hizo que el primitivo se sirviese de un animal fuerte y temido, el tótem de la comunidad, para sustituir al padre. Las anteriores dos normas junto con la siguiente, forman el núcleo de la religión totémica:
c. la prohibición de matar el animal totémico representación del padre asesinado.
El banquete totémico recordaba el parricidio original y comprometía a los participantes en mantener el orden instaurado. Freud considera que el asesinato del padre se ha ido reproduciendo históricamente: el pueblo judío asesinó Moisés -hipótesis formulada en Moisés y el monoteísmo- y, posteriormente, asesinó Jesús.

En Tótem y tabú, Freud sospecha la presencia de la violencia en el origen de les instituciones sociales, en la moral y en la religión. En el libro de 1927, El futuro de una ilusión, habla de la sociedad y de la religión no tanto desde una perspectiva etnológica como desde una perspectiva psicológica. Sigue con su analogía entre los fenómenos individuales y los fenómenos colectivos comparando el comportamiento de los neuróticos con los ritos religiosos; en todos ellos la figura del padre, el patriarca tan divinizado en el judaísmo, vuelve a ser el elemento explicativo clave. La profunda sensación de impotencia que todos experimentamos en nuestra infancia y que también experimentó la familia humana en los tiempo primitivos fue lo que despertó la necesidad de protección amorosa. En nuestra infancia, nuestro padre satisface esta necesidad; el adulto, indefenso y desamparado, recuerda con añoranza la protección que gozaba cuando era niño y, proyectándola, crea la ilusión de la existencia de un Dios padre y protector.
Freud defiende que las ideas religiosas son ilusiones, realizaciones de los más antiguos e intensos deseos de la humanidad. ¿Qué deseos? Los deseos que todo hombre tiene, en el su desamparo, de ser protegido de los peligros de la vida, de que se haga justicia en la sociedad, de que la existencia humana no se acabe con la muerte. Sigue remarcando los grandes servicios que con gran eficiencia la religión ha ofrecido a la humanidad a lo largo de su historia. Satisfaciendo profundas necesidades humanas, ha hecho que la felicidad fuera más accesible al hombre. El hombre sólo podrá abandonar la religión el día en que su vida psíquica esté sometida a la dictadura de la Razón; si abandona la religión sin tener asumida una auténtica moral, entonces no tendrá nada.


1_ Explica Los conceptos marcados en negrita
2_Analiza el origen de la religión a lo largo del libro y las analogías que aparecen entre la religión totémica y el cristianismo.
3- El tema con el que hemos relacionado el libro es el de la crisis de la Ilustración y las Filosofías de la sospecha. Freud nos recuerda que no es sólo la razón la que puede explicar y regir nuestras vidas. También existen elementos inconscientes muy difíciles de controlar y de entender racionalmente. Haz un repaso de estos elementos a lo largo del libro Tótem y tabú.

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