martes, 3 de febrero de 2009

El día de los enamorados

Como el día de celebrar el amor no va mucho conla actitud filosófica, os propongo una actividad voluntaria mucho más acorde con ella y relacionada con el amor, que parece que todo el mundo recuerda sólo un día al año.
Se trata de eller estos dos poemas de Mario Benedetti y comentar su significado. El Seguundo tiene mucho que ver con la actitud filosófica. Buscad las realciones. Intentad ser un poco creativos y decidme qué os sugieren. Recordad que en filosofía y estos poemas tienen y una buena dosis de ella, las cosas no son tan sencillas como pueden parecer...
Como no he podio conservar el formato, si queréis verlos tal y como deberían ser, miradlos vosotros mismos en :
http://www.poemas-del-alma.com/te-quiero.htm

¡Suerte!

MARIO BENEDETTI
Te quiero

Tus manos son mi caricia mis acordes cotidianos te quiero porque tus manos trabajan por la justicia si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos tus ojos son mi conjuro contra la mala jornada te quiero por tu mirada que mira y siembra futuro tu boca que es tuya y mía tu boca no se equivoca te quiero porque tu boca sabe gritar rebeldía si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos y por tu rostro sincero y tu paso vagabundo y tu llanto por el mundo porque sos pueblo te quiero y porque amor no es aureola ni cándida moraleja y porque somos pareja que sabe que no está sola te quiero en mi paraíso es decir que en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo y en la calle codo a codo somos mucho más que dos.





MARIO BENEDETTI
NO TE SALVES
No te quedes inmóvil al borde del camino no congeles el júbilo no quieras con desgana no te salves ahora ni nunca no te salves no te llenes de calma no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo no dejes caer los párpados pesados como juicios no te quedes sin labios no te duermas sin sueño no te pienses sin sangre no te juzgues sin tiempo pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo y quieres con desgana y te salvas ahora y te llenas de calma y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo y dejas caer los párpados pesados como juicios y te secas sin labios y te duermes sin sueño y te piensas sin sangre y te juzgas sin tiempo y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas entonces no te quedes conmigo.

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